viernes, 11 de marzo de 2011

Histeria colectiva y desastres naturales

Hace un par de meses tuve la oportunidad de ver el filme de "Hereafter", producido por Clint Eastwood y estelarizado por Matt Damon; el cual inicia con unas impresionantes imágenes de un Tsunami recreado de forma digital.


Ahora, con las imágenes del terremoto y tsunami de 8,9 grados en Japón; me es imposible no tener una ligera sensación de escalofríos y de temor; incrementado por los comentarios de muchas personas que hablan de señales que nos acercan al fin del mundo y al 2012.


El epicentro del terremoto fue localizado a unos 400 kilómetros de Tokio y a unos 32 kilómetros de profundidad; y se produjo a las 14:46 hora local (05:46 GMT) con una una serie de fuertes réplicas.

Este tipo de desastres naturales generan histeria colectiva; y si bien existe la amenaza que se acerquen a las Costas del Pacífico en horas de la tarde; no deberíamos precipitarnos y adoptar una perspectiva fatalista ante los hechos recientes.


Como periodista, considero que una de mis labores es informar a quienes me rodean y generar confianza y serenidad a través de la recopilación de información de valor que puedan ayudar a otros que estén atemorizados.


Pero como ser humano, caigo en la trampa de la colectividad y de igual modo estoy a la expectativa de lo que pueda avecinarse a las costas de sur y centro América en particular.


La BBC informó que "las bolsas de Asia y la moneda japones, el yen, cayeron como consecuencia del terremoto y tsunami. Ahora será esperar, para poder conocer el impacto global que tuvo el terremoto en Japón".




Es uno de los sismos más poderosos en años y el maremoto ya llegó a las costas de las Filipinas sin haber causado daño alguno, pues se realizó la evacuación de los habitantes de las Zonas Costeras con anticipación.


En Centroamérica, si bien las posibilidades de que un tsunami afecte las Costas del Pacífico es mínima; el gobierno y las autoridades deberían de estar conscientes de las medidas que deben de tomarse en cuenta para enfrentar este tipo de desastres y educar a la población para que pueda actuar en función de; en caso que alguna de las Costas se vea afectada.


No conseguimos nada con la histeria colectiva, lo acepto; pero como humanos es imposible no sentir temor. Soy partidaria de convertir este temor en conocimiento y conciencia de la situación y principalmente; unirnos con respeto al pueblo japonés que enfrenta un momento difícil y actuar en consecuencia.


Después de todo no son sólo cifras, fallas georgáficas y placas tectónicas; son rostros con nombre y apellido; mujeres, hombres y principalmente niños.

2 comentarios:

  1. Me parece muy interesante la información que has compartido, si es importante conservar la calma y tomar las medidas se seguridad que se recomienden.

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